Discurso del Embajador de Su Majestad Fisher en BRITCHAM: Reflexiones sobre la República Dominicana
Discurso del Embajador de Su Majestad Steven Fisher en el Desayuno Empresarial BRITCHAM "REFLEXIONES SOBRE LA REPUBLICA DOMINICANA" el 28 de Abril del 2015
“Lic. Jochy Rodríguez, Presidente de Britcham, Distinguidos ex-Presidentes de Britcham, destacados miembros de la Junta Directiva actual Señoras y Señores
Voy a comenzar siendo muy honesto. Recibí la invitación para hablar en este evento con sentimientos mezclados. Inicialmente, me alegré al recibir la invitación. Es un gran honor recibir una invitación tan halagadora – especialmente de una institución que es verdaderamente amiga de Gran Bretaña y de la Embajada Británica. Pero la alegría pronto se convirtió en nerviosismo: ¿qué podría decir que sería interesante para una audiencia tan distinguida que sabía que atraería la Britcham? Mi nerviosismo se transformó en terror absoluto cuando, para mi consternación, me enteré de que los invitados pagarían 2,500 pesos por el dudoso privilegio de escucharme. Esto, sin duda, me ayudó a enfocar mi mente. Y puedo decir que si alguien está decepcionado o insatisfecho, personalmente le reembolsaré el costo del evento, pero obviamente ¡menos el costo del desayuno que han disfrutado!
Hoy, estaba supuesto a hablar sobre las relaciones entre el Reino Unido y la República Dominicana, tema del cual con gusto responderé las preguntas que me quieran hacer una vez concluya con mi exposición. Pero hoy preferí disertar sobre otro tema que está muy cercano a nuestros corazones. Hablaré acerca de algo que ustedes saben más que yo. Acerca del cual, por una razón u otra, nos importa a todos profundamente. La República Dominicana. Tendré que tener cuidado, como se requiere de un Embajador extranjero. Pero, aunque voy a evitar ciertos temas controversiales – como las elecciones, enmiendas a la Constitución y las candidaturas – no los evitaré todos. Mis comentarios reflejarán cómo yo veo este país después de cinco años memorables que tengo viviendo aquí como Embajador de Su Majestad.
Mis comentarios son personales, aunque la mayor parte de ellos pueden tomarse como un reflejo de las opinión del gobierno Británico. Las relaciones entre la República Dominicana y el Reino Unido son buenas, pero podrían ser mejores. El comercio bilateral está creciendo, pero podría crecer más rápido. La mayoría, aunque no todas, de las inversiones del Reino Unido están bien y querríamos que hubiesen más inversiones. Mantenemos un diálogo cercano con el gobierno en temas de interés para ambos países, desde derechos humanos hasta cambio climático. Cooperamos bien en asuntos de defensa y policía. Pero, como he dicho en otras ocasiones, la sexta economía mundial y la economía más grande en Centroamérica y el Caribe podrían y deberían ser capaces de hacer más juntos. Una de las claves para nosotros lograr más trabajando juntos es el desarrollo del nivel socio-económico en la República Dominicana.
Hoy se recuerda el 50 aniversario de la llegada de las tropas de la 82da de la División Aerotransportada de los Estados Unidos a la Base Aérea de San Isidro durante la Revolución y Guerra Civil de 1965. Fascinado por lo que ocurrió en la República Dominicana hace medio siglo, investigué en los Archivos Nacionales Británicos para ver lo que la Embajada Británica había informado a Londres sobre dichos eventos. Encontré que mi predecesor, el Sr. Stafford Campbell, quien estaba a cargo de la Embajada en esa fecha, mantuvo un sentido del humor muy Británico a pesar de los terribles acontecimientos que estaban pasando a su alrededor. He aquí como él describió la situación en un telegrama dirigido el 30 de abril del 1965 al Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido: Cito textualmente: “Las condiciones terribles… continúan los combates callejeros. El reino del terror prevalece en algunos sectores. Todo el personal está dentro de la Embajada con un buen suministro de whisky escocés y otros productos esenciales, pero también necesitamos algunas gaitas” (fin de la cita). Al día siguiente, en su telegrama al Ministerio de Relaciones Exteriores les aseguraba que: Cito textualmente: “evacuaremos cuando la comida y el whisky se agoten” fin de la cita. La respuesta seria que recibió Campbell de Londres no hacía referencia alguna al whisky. Pero en un tono más serio, aquí está cómo definió la Revolución en un telegrama a Londres el 4 de mayo: Cito: “Lo que ha sucedido aquí es que la bestia de carga paciente de repente se convirtió en un tigre. Debajo de la evidente explotación comunista hay una explosión espontánea de rabia y frustración. Se espera que la clase gobernante haya aprendido algo, pero lo dudo” (fin de la cita). En un brillante escrito de ocho páginas, enviado el 24 de Mayo de 1965, él alabó la valentía de aquellos que habían defendido la revolución y luego el dirigió su atención al gobierno. Cito: “… la clase gobernante de este país tiene una gran responsabilidad por lo que ha ocurrido: Para ellos, la adquisición de una conciencia social es ahora esencial para su supervivencia porque si estas personas… vuelven a su anterior manipulación del aparato de gobierno para su beneficio exclusivo, podrían derivarse terribles consecuencias debido a su mal criterio…. La clase gobernante, cuyos representantes tomaron el poder en Septiembre de 1963, no se dieron cuenta de lo que estaban haciendo. Ahora han tenido un miedo horrible; pero si aprenden la lección de lo sucedido, el horror no habrá sido soportado completamente en vano” (fin de la cita).
Está claro que Campbell consideraba que la injusticia social y la corrupción estaban frenando al país. ¿Me pregunto cómo consideraría el país 50 años después? Sin duda la República Dominicana ha progresado enormemente desde aquellos días. Muchos dominicanos tienen ahora la conciencia social a la cual se refirió Campbell. Definitivamente, el Presidente Medina está dentro de ese grupo. Pero me pregunto si la nación en su conjunto ha desarrollado una conciencia social suficiente para seguir adelante.
También el mundo y la región han cambiado. La amenaza Comunista – verdadera o percibida, ha disminuido en el Caribe. Crece la presencia china y rusa, pero sin sabor ideológico. Inclusive ya se ha abierto el diálogo entre la Habana y Washington. Pero, ¿Se ha abordado adecuadamente el tema de la desigualdad social en República Dominicana identificado por Campbell en 1965? De acuerdo con las cifras del Banco Mundial, en los últimos 20 años se ha disminuido el nivel de pobreza en América Latina de un 44% a un 28%. Esa caída regional fue especialmente fuerte entre el 2006 y el 2013. En esos siete años, el nivel de pobreza en República Dominicana disminuyó de un 44% a un 41%; en Chile de un 29% a un 14% y en Perú de un 49% a un 25%. Pregunté a mis colegas en Santiago cómo los chilenos lograron reducir el nivel de pobreza a la mitad en siete años. Ellos comentaron: Constante crecimiento económico, aumento de los salarios - y una mayor participación de la mujer en el mercado laboral con salarios decentes; y (cito textualmente): “Una Fuerza Policial y un Sistema Judicial generalmente limpios hacen una gran diferencia” (fin de la cita).
Desde 1965, el crecimiento económico de la República Dominicana ha sido mayor que el de cualquier otro país de América Latina, incluyendo Chile, pero esto no ha ayudado a reducir el nivel de pobreza tan dramáticamente como muchos otros países latinoamericanos lo han hecho. ¿Me permiten sugerir que la sociedad Dominicana debería estar preocupada por esto, y preguntarse por qué? Los turistas que visitan la República Dominicana y van más allá de las playas de Punta Cana se impresionan por el hecho de que hay dos Repúblicas Dominicanas. La República Dominicana de los pobres, y la de los demás. Aquellos que se quedan más tiempo y llegan a conocer el país se dan cuenta de que dentro de “los que no son pobres” hay dos Repúblicas Dominicanas: una minoría extremadamente rica y una clase media. Mientras que, actualmente, en todo el continente latinoamericano la clase media supera a los pobres, en la República Dominicana la clase media es en realidad menor de lo que era hace 15 años.
En la República Dominicana, como en casi todo el continente, los pobres sólo conocen a los no pobres, cuando los primeros proveen mano de obra a los segundos. O cuando los políticos necesitan los votos del 40% que vive en la pobreza. Aparte de importar desde una perspectiva humana, y cristiana (para aquellos que creen), esto debería preocuparnos a todos desde el punto de vista económico. Esto es de su interés sin tomar en cuenta lo que ustedes estén vendiendo en la República Dominicana. Ya sea que estén vendiendo vehículos de lujo, medicamentos de marca, alimentos importados, ropa, bebidas alcohólicas de alto valor o se dedique al sector servicios; el hecho de que la República Dominicana efectivamente tiene dos sociedades realmente importa. Para la mayoría de los productos y servicios que las empresas británicas comercializan en el país, el mercado oscila entre 5 millones y unos cientos de miles, según el costo del artículo en cuestión. Muchos negocios no están vendiendo sus productos a la mayoría de los 10 millones de potenciales clientes que viven en este país. Y el ritmo al que se suman no es suficiente ni tampoco sucede a un ritmo similar al que otros países de Latinoamérica están llevando a su pueblo a salir de la pobreza y a unirse a la clase consumidora.
Existe otro lado oscuro de la pobreza, que debe preocuparnos a todos los que queremos hacer negocio, vivir, trabajar, jubilarnos o vacacionar en la República Dominicana. La pobreza genera delincuencia. Este no es el lugar apropiado para tratar este asunto extensamente, pero basta decir que el crimen que pasa por la República Dominicana ahora representa una amenaza importante para el Reino Unido. Me refiero principalmente al tráfico de drogas. Pero también hay problemas con el tráfico de personas, movimiento ilegal de armas, explotación sexual de menores, y el llamado turismo sexual que a veces incluye a ciudadanos Británicos – todo lo anterior nos preocupa. El Presidente Medina tiene conocimiento de ello y puedo decir en público, en nombre del Gobierno del Reino Unido, que aplaudimos el trabajo que ha hecho su gobierno para hacer frente a algunas de las causas primordiales. A través de la educación, promoción de la Pymes y de la agricultura, así como otras medidas, el Presidente Medina está tratando de resolver el problema de la pobreza. Hay evidencias de que por fin está decreciendo. Pero todavía no se tiene la sensación,… de que la República Dominicana es un país donde la pobreza está realmente en remisión y donde las ganancias sean permanentes y sostenibles. Así es que hasta ahora no hay ninguna perspectiva de que el mercado para sus productos y servicios vaya aumentando desde 5 a 8, 9, 10 millones en el corto o mediano plazo. Esto es una pérdida para ustedes, así como también es una tragedia humana. Una vez que termine mi mandato, espero regresar muchas veces a la República Dominicana, y espero ver un país en el que más y más dominicanos puedan beneficiarse del crecimiento económico que el país continúa alcanzando.
Otra área que impide a la República Dominicana convertirse en el socio comercial que nos gustaría a todos, es la justicia. Los archivos de la Embajada Británica contienen detalles de varios casos en que la actuación del sistema judicial dominicano puede considerarse lamentable. En uno de los casos la lista de razones para aplazar las audiencias incluyen excusas tan ridículas que es difícil creer que sean verdaderas. En otros casos, ciudadanos Británicos han tenido que literalmente esperar años, y continúan esperando, el día en que puedan ir al tribunal y tener la oportunidad de que se haga justicia. El sistema judicial es lento, frustrante e injusto. En el discurso del Presidente de la Suprema Corte del 7 de Enero del 2014, el dio un brillante análisis de los problemas que aquejan al sistema. Pero por ahora, los ciudadanos y las empresas británicas continúan sufriendo. Así como también los ciudadanos de muchos otros países – sobre todo los dominicanos. Según pasan los años, y con la justicia lejos de ser inminente, aquellos individuos y empresas que vienen a la Republica Dominicana con una mentalidad positiva y dispuesta a contribuir al desarrollo del país, se tornan cínicos, enojados y desalentados. En vez de hablar positivamente de la República Dominicana, hacen todo lo contrario. El acceso a la justicia es un derecho humano básico, amparado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, específicamente en el Art. 7 y Art. 8. En los cinco años que llevo residiendo en la República Dominicana, me he convencido de que este es un derecho negado a mucha gente en este país. Al principio de este discurso mencioné que no evadiría todos los temas controversiales. Déjenme honrar esa promesa tocando el tema de Haití. Para empezar, vamos a desenmascarar dos mitos.
Mito número uno: “Hay un complot internacional para forzar la unión de la isla La Hispaniola”; esto es totalmente falso. Una anticuada versión de la Constitución Haitiana contenía dicha ambición, la cual desapareció hace mucho tiempo. Nadie – Estados Unidos, Francia, Canada, Reino Unido – ha considerado, ni por un segundo, promover una política tan absurda.
Mito número dos: “La Comunidad Internacional espera que la República Dominicana afronte toda la carga de rescatar a Haiti”. Esto también es absurdo. La ayuda internacional, incluyendo la Británica, no cuenta con ninguna contribución directa por parte de la República Dominicana. La asistencia dominicana a Haiti es notablemente reconocida y respetada por todos aquellos que dan seguimiento a las relaciones haitianas.
Los dominicanos fueron los primeros en ayudar a los haitianos después del terremoto. Inversionistas e ingenieros dominicanos están contribuyendo con el desarrollo de Haití. El empresariado dominicano está alimentando a Haiti mediante la exportación de alimentos. El Gobierno Dominicano está trabajando arduamente para conducir hacia adelante las relaciones bilaterales en muchas áreas de importancia a través de la Comisión Mixta Binacional. Más allá de esas altamente valoradas actividades, de las cuales muchos dominicanos dentro del sector privado se benefician generosamente, nadie espera que la República Dominicana se responsabilice de la carga de rescatar a Haiti. Nosotros instamos a ambos países a trabajar duro y constructivamente, de manera abierta y con buena fe, para que ambas naciones se beneficien de una relación decente y de apoyo mutuo.
Habiendo desenmascarado estos mitos, diré unas palabras en cuanto a la naturalización y la regulación. El Fallo 168/13 del Tribunal Constitucional fue controversial. Yo no tengo derecho a expresar públicamente una opinión. Pero observo que no hubo ningún consenso entre los propios jueces. Por lo cual, no me sorprende que la sociedad haya emitido diferentes opiniones.
Lo que ha ocurrido desde ese fallo es de verdadera importancia histórica. Las consecuencias sociales de décadas de incertidumbre y la informalidad e irregularidades sobre migración ahora están siendo abordadas. En este sentido, la Ley 169/14, la cual fue promulgada para lidiar con las consecuencias de 168/13 y el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, marcaron un punto decisivo en la historia social dominicana. El gobierno Británico aplaude al gobierno Dominicano por ambas iniciativas. La Ley 169/14 proporciona un régimen especial de naturalización para los descendientes de los extranjeros no residentes con un estado de migración irregular; este es un gesto muy significativo de parte del gobierno Dominicano. Los ojos del mundo están fijos en este país para ver cómo esa oferta se honra a aquellos que la han recibido. El Plan de Regularización ofrece a los migrantes en este país el mismo trato que se les debería ofrecer en cualquier otro. En breve, si usted tiene razones legítimas para estar en este país y su presencia está en consonancia con nuestros reglamentos entonces puede permanecer. Si no, debe irse. Para aquellos que deben irse, es vital que dicho proceso se realice respetando los derechos humanos, pero se tienen que ir. Nadie, y menos mi país, criticará a la República Dominicana por llevar a cabo las deportaciones – siempre y cuando se hagan dentro de un marco legítimo y respetando los derechos humanos.
Reconocemos la tarea histórica que ha emprendido el gobierno del Presidente Medina. Reconocemos también que el gobierno Haitiano debe desempeñar su papel en proporcionar la documentación apropiada y ayudar en la repatriación de los deportados de una manera civilizada. Después del 15 de junio, la fecha límite para entrar en el Plan de Regularización habrá pasado, por lo que todas las miradas se centrarán en la República Dominicana para ver cómo las autoridades abordarán los resultados del proceso. Habiendo escuchado al gobierno hablar sobre este tema, confío que sus acciones serán honorables. Pero no es sólo el Presidente y sus ministros quienes cuentan aquí, sino que también las acciones de cada miembro del CESFRONT, de la Policía, de la Junta Central Electoral y de la Dirección General de Migración –estarán sujetas al escrutinio. Es de suma importancia para la República Dominicana que todos actúen en completa conformidad con las leyes nacionales e internacionales, respetando los derechos humanos en cada etapa.
Señoras y señores, mi primer destino como diplomático fue Singapur. Un país que se había pasado de ser prácticamente un estado fallido en 1965 a ser uno de los países más ricos del mundo en 1995 cuando llegué allí.
¿Como lo hicieron?:
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Estabilidad política
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Un ambiente de negocios extremadamente fiable y transparente
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Una línea dura contra la corrupción – especialmente la malversación de fondos públicos
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No hay impunidad para nadie, ni para los ricos ni para los políticamente bien conectados
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Relaciones raciales impecables, asegurando que chinos, malayos e indios singapurenses se respeten unos a otros, respetando también sus tradiciones.
Cuando yo estaba en Singapur, Ministros Británicos nos visitaban regularmente para aprender del modelo de Singapur. ¿Cómo ellos organizaron las jubilaciones, cómo garantizaron altos estándares en la educación pública, cómo atrajeron inversión extranjera que impulsó la economía del país hacía un aumento de las actividades de alta tecnología y de valor agregado? Todo el mundo puede aprender de los demás. Mientras me preparo para irme en unos cuantos meses, es mi deseo que la República Dominicana sigua siendo el único, especial y hermoso país que siempre ha sido, pero que al mismo tiempo aprenda de otros países como Singapur.
En el futuro me gustaría volver a una República Dominicana en la cual las siguientes afirmaciones sean verdaderas:
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Hay una Sociedad Dominicana integrada
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Hay un acceso justo y asequible a la justicia y no hay impunidad
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El narcotráfico ha sido derrotado y los crímenes violentos, incluyendo el feminicidio, se han reducido dramáticamente
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La pobreza extrema ha sido erradicada y la pobreza radicalmente reducida
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La mayoría de personas están empleadas formalmente y los salarios reales han aumentado
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Los niños no mendigan en las calles; y aquellas personas que los colocaban allí han sido severamente castigados
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Los discapacitados son cuidados e integrados en la sociedad.
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El gobierno no tiene que recordar públicamente a los estudiantes, padres y maestros que la escuela se reinicia el lunes después de las vacaciones y las clases de 50 alumnos son solamente un recuerdo del pasado
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La policía está bien pagada, es eficiente y respetada
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Los inmigrantes son bien tratados por las autoridades en todo momento; sin abusos, sin deportaciones arbitrarias y sin ser forzados a pagar “peajes” para cruzar la frontera y que como trabajadores están protegidos por el estado y la ley.
A nivel personal espero volver a una República Dominicana donde todos los amigos y conocidos que he hecho, cuya calidez y consejos me han ayudado a disfrutar de mi tiempo en este gran país, estén todos disfrutando de prosperidad y paz.
Un último deseo – que haya un auge en la inversión desde el Reino Unido y un rápido crecimiento, en ambas direcciones, del comercio bilateral entre el Reino Unido y la República Dominicana.
Señoras y señores, han sido muy pacientes conmigo. Ahora permítanme premiar esa paciencia haciendo lo que estoy seguro que todo el mundo quiere verme hacer. Terminar. Lo haré luego de este último pensamiento.
Un embajador extranjero no puede desempeñar prácticamente ningún papel en el logro de la mayoría de las metas que he mencionado. Deben ser logradas por los dominicanos, dirigidos por quien sea que ocupe el Palacio Presidencial. Yo personalmente conozco dominicanos que en efecto están trabajando para que se cumplan estos objetivos. Y por eso soy optimista. Tal vez lo único que puede ofrecer un embajador extranjero es una perspectiva útil y un cierto grado de franqueza. Esa ha sido mi intención esta mañana. Les agradezco su atención, y les recuerdo que mi oferta de reembolsar su dinero a los decepcionados sigue en pié.