En qué consiste un informe de aplicación y cuáles son sus ventajas?
Actualizado 9 octubre 2024
Todos los Estados están vinculados por el Derecho internacional humanitario (DIH) consuetudinario y por las obligaciones emanadas de los tratados en virtud de los Convenios de Ginebra de 1949. No obstante, estas leyes internacionales solamente son eficaces cuando se aplican debidamente en el sistema nacional de cada Estado.
Un informe sobre la aplicación del DIH a nivel nacional (o, simplemente, un «informe de aplicación») describe lo siguiente:
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Los tratados de DIH en relación con los cuales ese Estado ha consentido en quedar obligado.
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Las medidas que el Estado ha adoptado para aplicar esos tratados en el derecho y las políticas nacionales.
La preparación del documento puede correr a cargo directamente del Gobierno o de un organismo reconocido oficialmente, como un Comité Nacional de DIH, una Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja. Opcionalmente, también podría prepararlo un experto competente en la aplicación nacional del Derecho internacional en el Estado interesado, como un profesor de universidad. En cualquier caso, el Gobierno debería iniciar, revisar y formalizar el informe.
En virtud del DIH, los Estados no tienen obligación alguna de elaborar un informe de aplicación. Ahora bien, hacerlo de manera voluntaria conlleva una serie de ventajas.
En primer lugar, pese a que no todos los Estados desean hacer público su informe de aplicación, la publicación ofrece a los Estados una vía para promover sus respectivos historiales de aplicación del DIH, y les permite sentar las bases para el cumplimiento del DIH. La publicación del informe también puede mejorar la comprensión general del DIH, fomentando e informando el diálogo sobre los asuntos relativos al DIH, tanto a nivel nacional como internacional.
En segundo lugar, un informe de aplicación puede actuar como un documento de referencia único que los funcionarios pueden consultar para diversos fines: redactar informes o informes legales, responder a preguntas parlamentarias o considerar nuevas políticas relacionadas con el DIH. Al tener información sobre todas las obligaciones del Estado y sobre la aplicación de la legislación (u otros instrumentos) en un solo lugar, un informe de aplicación puede conllevar beneficios prácticos para quienes trabajan en las políticas y otras personas encargadas de la toma de decisiones.
En tercer lugar, al investigar cómo las disposiciones de cada tratado aplicable del DIH se han implementado en la legislación nacional —o cómo se han transformado en políticas, doctrinas y manuales militares— los funcionarios de los gobiernos pueden identificar cualquier posible laguna en la implementación del tratado en el plano nacional. No es necesario que este análisis se haga público, incluso aunque se publique el resto del informe. Es posible que, a continuación, el Gobierno desee trabajar con los cuerpos legislativos u otras partes interesadas pertinentes con el fin de crear un plan de actuación para abordar esas lagunas.
Finalmente, una implementación eficaz del DIH promueve un marco internacional con reglas compartidas. A su vez, las reglas compartidas fomentan un comportamiento predecible por parte de los Estados y crean las condiciones necesarias para el Estado de derecho, la rendición de cuentas y la transparencia. El mero acto de investigar, redactar y publicar un informe de aplicación contribuye a mejorar la confianza entre los Estados y, por tanto, mejora también la aplicación y el cumplimiento del DIH a escala mundial. Sin olvidar que la publicación de un informe de aplicación transmite un mensaje importante con respecto al compromiso de un Estado de respetar el sistema legal internacional basado en reglas.