Discurso

Nuestra alianza con América Latina: discurso del canciller en Chile

Durante su discurso en el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago, James Cleverly describió el ambicioso futuro de la relación entre el Reino Unido y América Latina, y pidió que la región tenga una mayor voz en el escenario mundial.

Esto fue publicado bajo el 2022 to 2024 Sunak Conservative government
El Secretario de Relaciones Exteriores James Cleverly dando un discurso durante su reciente visita a la región

Gracias por recibirme.

Es un honor estar aquí. Nuestro entorno tiene mucha resonancia para la historia política reciente de Chile.

Este recinto fue construido por personas voluntarias durante la presidencia de Allende. Requisado por el Ministerio de Defensa en la época de Pinochet.

Renacido como Centro Cultural, ahora lleva el nombre de uno de los dos premios Nobel chilenos, Gabriela Mistral.

Hace doscientos años, una feroz lucha revolucionaria se estaba librando a ambos lados del Atlántico.

Una batalla de ideas en la que la libertad, la autodeterminación y el gobierno representativo se enfrentaron al absolutismo y la autocracia.

Alcanzó aquí su clímax dramático, en Latinoamérica.

Bajo el liderazgo inspirador de figuras como Simón Bolívar, Bernardo O’Higgins, José de San Martín o Miguel Hidalgo.

La lucha de las naciones de América Latina por su independencia es, seguramente, uno de los episodios más edificantes de la trascendental era revolucionaria que sentó las bases del mundo moderno.

Una historia de penurias, perseverancia, exilio y traición.

De impresionantes victorias y extraordinario sacrificio.

De inspiración, liderazgo y unidad.

No es de extrañar que este continente haya dado a luz al género extraordinario que es el realismo mágico…

Desde un inicio, George Canning, mi talentoso predecesor, anticipó que América Latina ofrecería un equilibrio de poder en la política mundial.

Y este es también el continente que dio lugar al fantástico género que es el realismo mágico.

Y si estuviera ofreciendo este discurso en la tradición del realismo mágico…

… Les seguiría contando que anoche Canning se me apareció en sueños…

…tomando la forma de un jaguar…

…con un mensaje para ustedes en esta forma poética, maravillosa.

En realidad, eso no sucedió.

Pero la sabiduría de Canning, que menciona que “el Nuevo Mundo está destinado a existir para restablecer el equilibrio del Viejo Mundo” suena tan certera hoy como en 1826.

El encanto y el romance de este continente atrajeron a muchas otras personas. Incluidos los miles de veteranos endurecidos por la batalla que se ofrecieron como voluntarios en las Legiones británicas.

Hombres como James Rooke, cuyo nombre lleva un batallón del ejército colombiano. O el almirante Thomas Cochrane.

El hombre al que Napoleón apodó ‘el Lobo Marino’.

Quien estableció tanto el primer Escuadrón Naval de Chile como el precursor de la actual Armada de Brasil.

O Martin Guisse, quien fundó la Marina de Guerra del Perú.

Me encanta saber que los buques de guerra de las armadas sudamericanas llevan sus nombres hasta el día de hoy.

Estoy orgulloso del papel que desempeñó el Reino Unido en el apoyo a la lucha por la independencia de América Latina.

Y en sentar las bases para su posterior éxito.

La ingeniería y el capital británico construyeron los ferrocarriles y los puertos que conectaron a América Latina con los mercados del mundo.

Doscientos años después del período revolucionario, las placas tectónicas de la política mundial se están desplazando una vez más.

Hoy quiero hablar sobre los valores, el clima y los lazos compartidos entre nuestros pueblos.

Estamos viviendo el comienzo de una nueva era de competencia geopolítica.

Junto a estas tendencias se está generando, una vez más, una batalla de ideas.

Esta vez, su enfoque está en la naturaleza y el futuro del orden internacional.

Nuestra posición es clara.

Debe prevalecer el respeto a la soberanía, la integridad territorial, la libre determinación y los derechos humanos.

Junto a la democracia, el estado de derecho y la libertad.

Elecciones libres y justas son la base de cualquier democracia estable y saludable. Sabemos que estos también son sus valores, aunque lamentablemente no son disfrutados por todas la personas.

Su apoyo inquebrantable en la ONU al derecho de Ucrania a defenderse contra la agresión rusa lo ha dejado muy claro.

Hablando de autodeterminación y democracia, sería una negligencia de mi parte no mencionar a las Falkands.

Quienes habitan las Islas Falklands, al igual que todas y todos, merecen la libertad de decidir sobre su propio futuro en términos políticos, culturales, económicos y de desarrollo.

En 2013 su referéndum dejó en claro que desean mantener su relación actual con el Reino Unido, como es su derecho absoluto.

Y seguiremos apoyándoles.

Pero proteger la autodeterminación y la democracia no es el único desafío.

Vivimos en un mundo de amenazas transnacionales que aumentan rápidamente. El cambio climático es el ejemplo más urgente y obvio.

Necesitamos instituciones multilaterales fuertes, que representen al mundo tal como es hoy, económica, política y demográficamente.

Este no es el caso hoy en día.

En el Reino Unido lo reconocemos. Y queremos trabajar con ustedes para cambiarlo.

Los países de América Latina tienen un papel decisivo que desempeñar en la reconfiguración del orden internacional y del sistema multilateral, para adaptarse al mundo del siglo XXI.

Tal como lo previó Canning.

La población de este rincón de nuestro planeta y su economía han crecido rápidamente en las últimas décadas.

En 1969, el año en que nací, América Latina era hogar de 279 millones de personas. Hoy esa cifra supera los 664 millones.

Su peso demográfico y económico le otorga un papel fundamental para determinar si el orden internacional perdurará.

Como dije en diciembre pasado: el cambio en el poder mundial ha sido evidente desde hace algún tiempo.

Y es mi objetivo como Ministro de Asuntos Exteriores asegurar que nuestro pensamiento estratégico refleje este simple hecho.

Por eso he venido a América Latina esta semana.

Quiero impulsar la agenda establecida en 2010 por mi predecesor William Hague en Canning House en Londres.

Desde entonces, hemos abierto o reabierto Embajadas y Altos Comisionados en toda la región.

El Reino Unido tiene docenas de Cónsules Honorarios: desde Tijuana en la frontera de México y Estados Unidos, hasta Punta Arenas, en el extremo sur de Chile.

El Reino Unido ha dado la bienvenida a miles de becarias y becarios Chevening a nuestras universidades.

Y el número de turistas provenientes de Latinoamérica que visita el Reino Unido casi se ha duplicado.

El British Council ha multiplicado más de cinco veces su alcance desde 2010, alcanzando a más de 100 millones de personas en todo el continente americano el año pasado.

El comercio y la inversión del Reino Unido con América Latina se recuperaron con fuerza el año pasado desde su mínimo, posterior a la pandemia.

El valor total de las importaciones y exportaciones aumentó en un 45% el año pasado, a más de £40 mil millones.

Pero dado que América Latina representa solo el 2% de las importaciones del Reino Unido y el 2,5% de las exportaciones del Reino Unido en todo el mundo, reconozco que hay mucho más trabajo que hacer en materia de comercio e inversión.

Nuestro enfoque estratégico compartido en minerales críticos, hidrógeno verde e infraestructura sostenible es alentador.

La inminente accesión del Reino Unido al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, que incluye a México, Perú y Chile, es un indicador positivo.

Y esperamos que pronto se nos sumen en esa organización Costa Rica, Ecuador y Uruguay.

La semana pasada completamos la tercera ronda de conversaciones para un Tratado de Libre Comercio entre el Reino Unido y México.

Formamos un fuerte bloque democrático a favor del sistema internacional basado en reglas.

En conjunto debemos alzar nuestras voces contra las amenazas sistémicas a estos valores que surgen de múltiples partes del mundo.

Y juntos debemos trabajar en materia de clima, derechos de mujeres y niñas, energía verde, seguridad cibernética, ciencia y tecnología.

En la COP26 en Glasgow, prometimos £300 millones para proteger el Amazonas.

Como resultado de nuestro Programa de Alianzas por los Bosques, que vi hace unos días en Colombia, más de 62 mil hectáreas de tierra ahora se gestionan de manera sostenible en Colombia y Perú.

Otro enfoque conjunto es el Triángulo del Litio, región estratégica a nivel mundial que se ubica entre Argentina, Bolivia y Chile.

Se pronostica que la inversión de mil millones de dólares de Rio Tinto producirá 100 mil toneladas de litio para 2027.

Esto impulsará la revolución de las baterías verdes.

Hemos apoyado a Chile para que venda bonos por valor de más de £21 mil millones en el Mercado de Bonos Sostenibles de Londres.

Hemos movilizado $464 millones de dólares en financiamiento verde para México. Nuestra tecnología de hidrógeno verde ofrece a agricultores latinoamericanos una alternativa más barata y limpia a los fertilizantes a base de petróleo, impulsando la seguridad alimentaria en todas partes.

Como parte de nuestra Estrategia Internacional de Mujeres y Niñas, ayudamos a Chevening Alumni a establecer una ONG con enfoque de género llamada Hace la Fuerza.

Reuniendo a mujeres de Argentina, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, construimos una comunidad de futuras líderes latinoamericanas.

Porque todas y todos ganan cuando se promueven los derechos de las mujeres.

Estos ejemplos, y otros similares, muestran cómo la asociación entre el Reino Unido y los países de América Latina puede marcar la diferencia.

No solo para nuestra seguridad y prosperidad.

Sino la del mundo entero.

Hay mucho más que me gustaría que hiciéramos en conjunto.

Nuestras hojas de ruta conjuntas bilaterales marcarán la dirección en Brasil, Colombia, Perú y otras naciones.

Los valores universales sobre los que se asienta el orden internacional son atemporales. Pero las instituciones multilaterales de nuestro mundo necesitan una reforma, en particular para dar más voz y más influencia a América Latina.

Queremos que Brasil se siente hoy como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Y debemos trabajar hacia una reforma más amplia, en asociación con otros. También debemos fortalecer el llamado a la reforma sistémica de nuestras instituciones financieras internacionales.

En conjunto podemos desbloquear las inversiones verdes críticas que esta región necesita por parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Apoyamos el impulso detrás de la Iniciativa Bridgetown de la Primera Ministra Mottley. Las personas más pobres y vulnerables deben beneficiarse de las reformas hechas anteriormente por las instituciones financieras internacionales.

La reforma fiscal internacional, junto con la represión del lavado de dinero y las finanzas ilícitas, detendrá la fuga de recursos, tan necesarios, de las arcas nacionales.

Por ello, estamos proporcionando 20 millones de libras esterlinas para reformas del estado de derecho y anticorrupción en Panamá, Colombia, Ecuador y Perú. Y 2,2 millones de libras esterlinas para la reforma fiscal en Brasil.

Tampoco debemos descuidar los lazos interpersonales.

El Reino Unido es el hogar de más de 250.000 personas latinoamericanas, entre ellas 71 jugadores de la Premier League inglesa, y 6 jugadores del equipo argentino, ganador de la Copa del Mundo.

Mi equipo, el Arsenal, incluso con tiene 3 fantásticos jugadores brasileños, todos llamados “Gabriel”, no pudo ganar el torneo.

Cientos de miles de británicas y británicos visitan esta región de extraordinaria belleza cada año.

El español ya es el segundo idioma extranjero más popular en las escuelas británicas, y se prevé que ocupe el primer lugar en los próximos años.

Quiero que sus mejores y más brillantes investigadores y estudiantes vengan a las universidades líderes en el mundo del Reino Unido.

Y quiero que más estudiantes del Reino Unido vengan a América Latina a estudiar. Debemos ser ambiciosos para nuestra futura relación.

No solo por los históricos lazos de amistad que nos unen desde hace más de 200 años. Sino porque atesoramos los mismos valores fundamentales que inspiraron la creación del orden internacional.

Éste solo evolucionará, sobrevivirá y prosperará con el apoyo y el compromiso incondicional de esta gran región.

Hace doscientos años, Simón Bolívar dijo que “la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del universo”.

Su amor por la libertad continúa inspirando al mundo hoy.

Es por eso que he venido desde Londres para revivir viejas amistades y construir nuevas. Y para prometer nuestro compromiso a largo plazo.

Ofrezco el apoyo del Reino Unido en los temas que más nos preocupan.

Y pido la suya a cambio, como socio.

Pero, aún más importante, como representante del amigo más antiguo de este continente.

Gracias.

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Publicado 22 mayo 2023