Discurso de The Lord Price CVO en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires
El Ministro de Comercio británico, The Lord Price CVO, pronunció el siguiente discurso en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, durante su visita a la Argentina.
Es un placer estar hoy aquí. Gracias por la presentación.
Buenas tardes.
Como podrán ver, estuve practicando mi español estilo argentino.
Tuve la oportunidad de pulir un poco mi castellano cuando vine al país hace algunos años. En ese momento, era Director General de Waitrose, una de las cadenas de supermercados más grandes del Reino Unido, y había venido a la Argentina en un viaje de compras. La pasé de maravillas viajando por este hermoso país y conociendo a nuestros proveedores.
Por eso, cuando asumí como Ministro de Comercio e Inversión el mes pasado, ya sabía que la Argentina era un país con gran potencial y me entusiasmó la posibilidad de volver a visitarlo.
Había dos cosas en particular que me atraían.
Una era la muy estrecha relación que tenían la Argentina y el Reino Unido desde los primeros días de la independencia, y la segunda era el tema del comercio.
Sabía que cuando la Argentina se independizó, el Reino Unido era su aliado natural como potencia prominente de la época. Ferrocarriles y puertos se construyeron con ingeniería británica y ladrillos de Liverpool. Estos a su vez contribuyeron a acercar al interior, lo que permitió a la Argentina crecer hasta convertirse en el importante productor de alimentos que es hoy.
Y el legado arquitectónico de esa época sigue vivo hoy día en los 300.000 azulejos provistos por Royal Doulton pare el Palacio de Aguas Corrientes de Buenos Aires. Y en el diseño realizado por ingenieros británicos para la estación Retiro del ferrocarril Mitre.
Menos tangibles son las pasiones que tenemos en común.
Yo soy hincha del Crewe Alexandra Football Club. ¿No lo conocen? Es uno de los dos últimos equipos de la última división del fútbol inglés. Probablemente a mi equipo le costaría mucho enfrentar a Boca o River pero, como cualquier hincha de fútbol, siempre tengo fe.
Nos gustan las cosas buenas de la vida.
No es casual que anoche en la residencia británica haya develado ante el público las elegantes líneas del nuevo Jaguar XE.
Nuestros dos países admiran asimismo la moda y la creatividad.
Estoy aquí hoy porque creo que tenemos la oportunidad de transformar estos intereses compartidos en intereses comerciales concretos.
El segundo tema que atrajo mi atención fue nuestra actitud frente al comercio.
Soy un gran convencido de que el comercio es una fuerza positiva. Es la actividad comercial la que genera puestos de trabajo y ganancias, la que da origen a los impuestos, la que mantiene a nuestras escuelas, hospitales y caminos, otorgando mayor seguridad y protección a nuestros países. Y al comerciar a escala internacional, podemos extender estos beneficios a más personas.
La libertad de comerciar es algo en lo que el Reino Unido cree fervientemente. Es por ello que utilizamos nuestra influencia como quinta economía del mundo para promover esta creencia a través de entidades como la UE, la Organización Mundial del Comercio, el G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Nos complace enormemente la nueva reinserción de la Argentina en la escena internacional, y el rumbo de las reformas económicas de su gobierno. Como tercera economía de América Latina y país miembro del G20, es importante que la voz de la Argentina se haga escuchar.
El Reino Unido está impulsando rápidos avances hacia un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur. Apoyamos la postulación de la Argentina para sumarse a la OCDE. Y buscamos el respaldo argentino para lograr que el acuerdo de la OMC sobre Facilitación del Comercio entre en vigencia.
Ampliar el comercio fue uno de los temas de conversación cuando el primer ministro David Cameron se reunió con el presidente Mauricio Macri en Davos el pasado enero. También fue el tema principal de la reunión entre el ministro de economía George Osborne y el ministro de finanzas Alfonso Prat-Gay.
Y, durante los últimos dos días, ha sido el eje de mi propia actividad y la de la delegación comercial que me acompaña. Hemos tenido el gusto de conocer a Francisco Cabrera, ministro de la producción de la Argentina; a Miguel Braun, secretario de comercio; y a Guillermo Dietrich, ministro de transporte.
El mensaje que traemos es que el Reino Unido se ha comprometido a desarrollar la relación bilateral y apoyar el crecimiento de la Argentina.
Dado este nivel de actividad, estamos analizando oportunidades concretas. ¿Cuáles serían?
El sector ferroviario es claramente un área de oportunidades. Nuestros países trabajaron juntos en el pasado con el objetivo de construir la red ferroviaria de la Argentina. Ahora podemos trabajar juntos con el objetivo de desarrollarla aun más.
Ayer visité la línea Mitre, que tiene a la empresa británica Brecknell Willis trabajando en el proyecto de electrificación. Por su parte, Transport for London firmó un memorándum de entendimiento para respaldar el desarrollo de una estación de transbordo en Buenos Aires.
Foster + Partners diseñó el nuevo edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; y tenemos una diversidad de arquitectos e ingenieros con gran trayectoria como creadores de inolvidables diseños y soluciones prácticas para aeropuertos, viviendas, caminos y puertos.
Las aguas residuales no son el tema más glamoroso, pero sí un rubro en el cual los ingenieros civiles de ambos países pueden trabajar juntos y traer beneficios concretos a los habitantes de la Argentina.
Me entusiasman también las perspectivas de crecimiento del comercio electrónico. El Reino Unido es el país número uno de Europa en este campo. Me siento muy complacido de que próximamente se comience a promover a representantes del comercio electrónico británico en el sitio Mercado Libre, conforme al acuerdo celebrado con UK Trade & Investment. Con esta tecnología, comerciar con el exterior nunca ha sido tan fácil.
En otro orden, el Reino Unido está deseoso de aplicar sus conocimientos en materia de tecnología agrícola para ayudar al campo argentino a mejorar el rinde y reducir costos, como lo conversamos con la Sociedad Rural Argentina justo antes de nuestra llegada a la Bolsa.
Ahora bien: ninguno de estos proyectos podría arrancar sin el apoyo del sector financiero.
Me referí anteriormente al poder del comercio para hacer el bien.
Esto no es algo que se les atribuya con frecuencia a nuestros agentes de bolsa o banqueros. Sin embargo, si lo pensamos, los servicios financieros son los cimientos que apuntalan muchísimas otras actividades comerciales. ¿Qué haría una empresa incipiente sin un préstamo concedido por el gerente de un banco? ¿Qué haría una empresa en expansión sin la posibilidad de hacerse de capital en la bolsa de comercio? ¿Y quién haría negocios si no dispusiera de una cobertura de riesgos? Los servicios financieros no sólo generan ingresos tributarios por sí mismos sino que también permiten que el resto de la economía lo haga.
El Reino Unido y la Argentina tienen una larga historia de cooperación en el rubro financiero. Y Londres es el principal centro de servicios financieros de Europa. Si logramos trabajar juntos en este rubro, podremos liberar los recursos necesarios para que las empresas argentinas crezcan.
A aquellas empresas argentinas que deseen expandirse a escala internacional les pido que tengan en cuenta al Reino Unido. Serán cordialmente recibidas.
El Reino Unido sigue siendo el destino número uno de Europa para la inversión extranjera directa.
- Somos, entre las principales economías del mundo, la de más rápido crecimiento.
- Tenemos un sistema tributario que refleja nuestra apertura al comercio. Nuestro impuesto a las sociedades va a bajar al 17% para el 2020 y es del 10% el impuesto a las ganancias derivadas de los ingresos por patentes.
- Tenemos radicadas empresas de todo el mundo, con una fuerza laboral cosmopolita y altamente calificada, además de ofrecer un nivel de vida que pocos países pueden igualar.
Acogemos activamente a los nuevos emprendedores y tenemos visas para aquellos que desean invertir en el Reino Unido y para sus respectivas familias.
Lamentablemente, este almuerzo marca el final de mi viaje. Me siento muy honrado de haber sido invitado a un lugar tan espléndido para dirigirme a tan distinguido auditorio. Muchas gracias por su tiempo.
Estamos iniciando una nueva era de las relaciones entre nuestros dos países, forjando nuevos vínculos sustentados en nuestros lazos históricos e intereses comunes.
En las próximas semanas, tendremos la visita a la Argentina de una delegación británica del rubro gas y petróleo, y la asistencia de una delegación argentina a la London Tech Week.
Espero que muchas más empresas sigan sus pasos.
La he pasado muy bien en la Argentina, y me han agasajado en todo los lugares a los que fui.
Gracias nuevamente por hacer tan provechosa mi visita.